No se prevenía algo así desde la década de los 90. Llama la atención el incremento del lapso de tiempo que transcurre entre la construcción de una vivienda y su venta, de estar en 6 meses hace unos años, a pasar a un año, año y medio en los últimos tiempos.
Consecuencia de este suceso es que los promotores se ven obligados a empezar a abonar los créditos suscritos con entidades financieras antes de haber empezado a vender a las viviendas.
Por lo que se prevén nuevos casos de insolvencias en grupos constructores de un tamaño medio, e incluso no se descarta que empresas mayores provoquen ‘algún susto importante’.
El único beneficio de todo esto lo sacarán los compradores de vivienda de 2008-2009, que podrán verse beneficiados en el descenso previsto de los precios de las viviendas.
Consecuencia de este suceso es que los promotores se ven obligados a empezar a abonar los créditos suscritos con entidades financieras antes de haber empezado a vender a las viviendas.
Por lo que se prevén nuevos casos de insolvencias en grupos constructores de un tamaño medio, e incluso no se descarta que empresas mayores provoquen ‘algún susto importante’.
El único beneficio de todo esto lo sacarán los compradores de vivienda de 2008-2009, que podrán verse beneficiados en el descenso previsto de los precios de las viviendas.
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